El principio femenino no sólo se manifiesta a través de la mujer, se manifiesta cada vez que activamos el cuidado, el esmero, el proteger, el sanar y el nutrir. El principio femenino también se manifiesta cuando simplificamos la vida. Como dicen los textos daoistas, “el yang opera a través de lo fácil y el yin a través de lo simple.”
El principio femenino es un aspecto vibratorio de nuestra naturaleza íntima. Los ancestros de las prácticas fueron capaces de discernir los mantras que abarcan diferentes aspectos de la feminidad. El principio Divino Femenino fluye especialmente por el punto del corazón y es esencial para desarrollar la segunda caldera de las fases intermedias.
El generar beneficios para todos los seres de la creación es una de las maneras en que el principio Divino Femenino fluye por el universo. Los mantras del principio Divino Femenino fortalecen la capacidad de cuidar y nutrir que es intrínseco a quienes somos. A través de los mantras nos armonizamos con la Madre Naturaleza y su inagotable capacidad de generar beneficios para todos.