La experiencia directa y estable de la verdadera naturaleza de la mente, lo que se conoce en el Dao como “La Mente Original”, es el propósito ulterior de las prácticas daoístas.
Para los practicantes occidentales el comprender, trabajar e integrar el concepto de la “Mente Original” presenta uno de los obstáculos más poderosos en el camino de auto desarrollo. Esto toma lugar por programaciones culturales y religiosas que dicen que somos producto del pecado original y somos intrínsecamente malos y con necesidad de que una fuente externa a nosotros nos salve.
Entre practicantes occidentales existe una tremenda carga inconsciente de culpabilidad y auto rechazo que dificulta todo programa de auto desarrollo debido al concepto de que somos malos y todo lo bueno viene de fuera. Las prácticas que están diseñadas para generar beneficios se transforman en otro instrumento para sentirnos mal con nosotros mismos, por no ser suficientemente buenos, disciplinados u obtener resultados rápidamente de la manera en que deseamos.
En este nivel desarrollamos maneras de contactar la Mente Original, integrar la experiencia, y transformar la programación negativa en positiva.